LA DEBIDA DILIGENCIA RECOMPENSA A LOS BUSCADORES SINCEROS

LA DEBIDA DILIGENCIA RECOMPENSA A LOS BUSCADORES SINCEROS
Por Robert J. Tamasy

En el mundo empresarial y profesional, a menudo oímos la expresión "diligencia debida" (cuidado debido), que describe el proceso usado antes de tomar decisiones importantes. Por ejemplo, cuando se busca un nuevo líder, las empresas llevan a cabo las debidas diligencias para encontrar al mejor candidato. Antes de introducir un nuevo producto o servicio, una empresa tiene la debida diligencia de evaluar el interés de los consumidores, la competencia, el posicionamiento del producto y el marketing.

Al buscar una persona clave para incluirla en la plantilla de personal, hay que tener el cuidado debido a fin de garantizar que la persona adecuada sea seleccionada tomando en cuenta: sus habilidades, conocimientos, experiencia, valores, motivación, y el ajuste adecuado con los otros miembros del equipo.

Como individuos, al pensar en un significativo cambio profesional, hacemos nuestras propias diligencias debidas – estudiando las oportunidades del mercado laboral, la calidad de las organizaciones consideradas como nuestros posibles empleadores, ya sea por una oferta de empleo que representa una oportunidad de avanzar en nuestra carrera, y quizás lo más importante, si tenemos la intención de cambiar de trabajo, que es lo que realmente queremos hacer. ¿Queremos hacer lo mismo que hemos estado haciendo, sólo que en otro lugar? ¿O es hora de tomar una carrera totalmente nueva?

La investigación a menudo implica una gran diligencia, ya que la información hoy en día está más disponible que nunca. A través de la tecnología - en particular el Internet y los medios de comunicación social - se pueden obtener los datos necesarios en cuestión de minutos en lugar de días o semanas. Tenemos más recursos que nunca para tomar las decisiones correctas. Pero a menudo olvidamos o descuidamos una fuente importante: la sabiduría de Dios.

A veces, a pesar de nuestros mejores esfuerzos y de tener la "diligencia debida", la mejor opción sigue siendo poco clara. En esos momentos, sería conveniente hacer lo que recomienda el Nuevo Testamento de la Biblia: "Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie" (Santiago 1:5).

Cuando estoy perplejo y enfrento una difícil decisión, mi práctica ha sido de orar, pidiéndole a Dios la sabiduría e inteligencia necesarias para garantizar que no decida algo equivocado. A través de los años, he conocido muchos líderes que han determinado que "Dios es el dueño de mi negocio", por lo que tiene sentido el buscar Su sabiduría día a día para tomar decisiones

Sin embargo, existe una importante "característica" para la búsqueda de la sabiduría de Dios. La encontramos en el versículo siguiente: "Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor;” (Santiago 1:6-7)

Al pensar en esto, a la luz de las muchas decisiones a las que nos enfrentamos cada día, esta es una decisión que trasciende todo: tanto a los que sinceramente tratan de vivir para Dios, ya sea privada y también profesionalmente. Hace miles de años, el israelita líder Josué hizo esta declaración: "En cuanto a mí, mi familia y yo serviremos al Señor" (Josué 24:15). ¿Ha hecho la misma determinación?

Si no fuese así, una vez más necesita aplicar la debida diligencia. Tal decisión, sin duda, no debe tomarse a la ligera. Haríamos bien en seguir el ejemplo de los buscadores espirituales de la antigua ciudad de Berea. En el Nuevo Testamento, se nos dice, "... los de Berea escudriñaban las Escrituras para ver si lo que Pablo (el apóstol) dijo que era verdad" (Hechos 17:11). En mi experiencia, buscando es como siempre se ha confirmado y reforzado mi confianza en Dios.

Robert J. Tamasy es vicepresidente de comunicaciones para el Legado de los Líderes, Inc., una corporación de no lucrativa en Atlanta, Georgia, E.E.U.U. Coautor, con David A. Stoddard, El Corazón de Mentor: 10 Principios Probados Para Que Las Personas Desarrollen Su Potencial Más Pleno (NavPress), y es el autor del libro recientemente publicado Negocios al Máximo - la Sabiduría Eterna de los Proverbios para los Negocios de Hoy (Rever Pret). Más información, vea www.theheartofmentoring.com o www.rivercitypress.net o www.bobtamasy.blogspot.com y www.bobtamasy.wordpress.com

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