TOMANDO VENTAJA DEL CONOCIMIENTO RESERVADO

TOMANDO VENTAJA DEL CONOCIMIENTO RESERVADO
Por Jim Mathis

En la década de los 70’s la empresa de procesamiento e impresión de fotografías que tuve con mi esposa, fue una de las primeros en comprar un procesador de impresiones Kodak Royalprint. Dado que copiar y restaurar fotos antiguas era parte importante de nuestro negocio desde entonces, rápidamente me di cuenta de cómo dar el tono sepia a las fotos (color marrón) utilizando el procesador.

Unos años más tarde en un seminario de Kodak alguien preguntó acerca de cómo dar los tonos sepia utilizando la máquina Royalprint. El representante de Kodak técnico se disculpó y dijo que eso no era posible.

Entonces estuve en un dilema. ¿Decir a las gentes de Kodak que estaban equivocados, o proceder al estar consciente de que sabía algo que nadie más? Elegí la segunda opción, consciente de que no tenía ninguna obligación legal o ética de informar a la gente de Kodak sobre las capacidades de que no conocían de su procesador. Como resultado de ello, tuve la oportunidad de ganar miles de dólares haciendo algo que para la compañía Fortune 500 era imposible.

Yo había descubierto ese "conocimiento reservado" que nadie en la Kodak se dio cuenta que poseían. Como no era un empleado de Kodak y sin otro vínculo salvo ser un cliente, no era mi responsabilidad informarles de algo que debería haber descubierto por sí mismos.

Esto nos lleva a un par de preguntas. ¿No debió de intentarlo la misma Kodak, y por qué no permitió que la gente de la audiencia experimentara por su cuenta con la máquina? Las lecciones que aprendí fueron que los "expertos" a menudo están equivocados, y que no se puede creer todo lo que se oye o lee. A veces vale la pena comprobar las cosas por nuestra propia cuenta.

Ahora sé que muchas pequeñas empresas tienen éxito simplemente porque están haciendo algo que una gran empresa no puede o no quiere hacer.

Ese viejo procesador ha sido desechado por el avance de la tecnología, y la Kodak se ha ido a la quiebra, por una variedad de razones, decayendo la industria fotográfica. Pero en mi negocio de fotografía en el que estoy todavía restauramos fotografías antiguas y dañadas. Eastman Kodak fue una vez mi mayor proveedor; ahora los únicos productos Kodak que tengo están en una exhibición de antigüedades. La vida y el trabajo a veces toman giros extraños e inesperados giros.

Creo que hay una moral sencilla pero profunda de esta historia. Se aplica a cualquier persona en el negocio, sin importar el campo de la actividad que se esté trabajando: Seguir intentando nuevas cosas, nuevas direcciones, y no creer en los detractores que dicen que algo no se puede hacer o que las personas tienen miedo de salir, arriesgarse y seguir su pasión.

Proverbios 29:18 dice: "Donde no hay visión, el pueblo perece”. Si yo no hubiera experimentado y descubierto las capacidades adicionales del procesador de impresión fotográfica, yo podía no haber "perecido." Sin embargo, me hubiera perdido de un significativo ingreso - junto con la satisfacción de saber que había aprendido a hacer algo que aún el mismo fabricante no estaba al tanto podía hacer. Eso en sí mismo es parte de la satisfacción de estar involucrado en una aventura empresarial.



Jim Mathis es dueño de un estudio de fotografía en Overland Park, Kansas, especializado en fotografía ejecutiva, comercial y teatral, y recientemente abrió una escuela de fotografía. Anteriormente fue gerente de una cafetería y el director ejecutivo de la CBMC en Kansas City, Kansas y Kansas City, Missouri.



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