Por Ken Korkow
Hace algunos años mi familia y yo nos encontramos que no teníamos dinero para comprar un árbol de Navidad para la fiesta, mucho menos permitirnos el lujo de comprar algún regalo para ponerlo debajo. Nuestros niños estaban tristes. Mi esposa, Liz, estaba triste. Yo estaba triste.
Entonces, después del primer día del nuevo año, hice un descubrimiento sorprendente: en realidad si teníamos dinero en el banco - pero no lo sabíamos. No había registrado el depósito de mi salario del mes anterior en el talonario de cheques. ¡Y nosotros pensamos que éramos pobres - y vivíamos de esa manera - y teníamos dinero en el banco!
¿Le ha sucedido algo así alguna vez? ¿Se ha encontrado con recursos que comprendió que no los estaba usando - ó por lo menos no al máximo? No necesariamente tendría que ser dinero. Podrían ser los dones y habilidades que usted posee singularmente, pero que raramente usa. Podría ser habilidades que usted ha dejado que decaigan. Podría ser relaciones que son útiles al ayudarle a resolver problemas o para tomar decisiones determinantes, usted no ha tomado ventaja de ello.
He encontrado que esto también puede ser verdad en un sentido espiritual. A menudo intentamos hacer cambios tremendos en nuestras vidas, o queremos modificar conductas o modelos de pensamiento, pero en vez de acudir a los recursos espirituales que tenemos disponibles, optamos por confiar en nuestra propia fuerza y buenas intenciones.. Fallando a menudo en el proceso.
El Dr. Henry Blackaby, un orador y autor muy respetado, habla acerca de los recursos espirituales a nuestra disposición que debemos de aprender a utilizar. Él menciona una cita en la Biblia del apóstol Pedro, uno de los seguidores de Jesús, mostrar su punto. "Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda" (2 Pedro 1:3). Entonces hace las observaciones siguientes:
"Como cristiano, usted tiene todo lo que necesita para vivir una vida santa y abundante," dice Blackaby. "Su inteligencia, educación o trasfondo familiar - éstos no determinan la santidad de su vida. Todo lo que usted necesita para vivir una vida victoriosa, jubilosa, y abundante se encuentra en el Espíritu Santo que reside en usted. Según Pedro, cada cristiano, a través de la fe, tiene acceso a estas calidades: tiene acceso a estas cualidades: virtud, conocimiento de Dios, autocontrol, paciencia, piedad, afecto fraterno, y al amor.
"Sería inútil heredar una fortuna si usted no supiera que es suya. Igualmente, no nos beneficia heredar todo lo necesario para volvernos como Cristo, si usted no lo reclama. Si continuamos con falta de dominio propio, cuando Dios nos la ha puesto a a nuestra disposición, nos estamos robando y robamos a aquéllos alrededor nuestro. Si Dios está dispuesto a inculcar amor fraternal en nuestro comportamiento, pero nunca lo demostramos, como resultado las personas sufrirán innecesariamente. La clave a todo esto que Dios ha dejado a nuestra disposición es nuestra fe. Debemos creer que Dios quiere construir estas cualidades en nuestras vidas. En los Evangelios, Jesús relacionó a las personas según su fe. Él premió la fe genuina concediendo salvación y sanidad. Si Él conoció la incredulidad, no la premió..
"Revisando las cualidades que Pedro dijo que Dios quiere grabar en usted. Si le falta alguna de estas cualidades. Pídale a Dios que trabaje en su carácter, para llegar a ser más como Cristo."
Creo que este es un buen consejo, ya sea que nos encontremos en una sala de juntas, un cubículo de oficina, haciendo una presentación de ventas, formulando un presupuesto anual, o frente a su casa y familia.
Ken Korkow vive en Omaha, Nebraska, E.E.U.U., donde él sirve como un director de área para CBMC. Adaptado del "Fax de Vida" una columna que escribe cada semana. Usado con permiso
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