Por Rick Boxx
El negocio de mi amigo Larry está en una industria que ha sido devastada por los tumultos económicos de los últimos años. Al iniciar diciembre de 2009, las proyecciones de su compañía revelaron la posibilidad de perder unos 40,000 U.S.D. en ese año.
Frustrado y cansado, Larry convocó a su equipo de gerencia y sugirió que consagran un tiempo para orar. Puesto que todos en el equipo comparten su fe, estuvieron de acuerdo. Habían hecho todo lo que sabían hacer, pero los resultados habían caído muy por debajo de sus optimistas esperanzas. Ahora era tiempo para volverse a Dios y pedir de Su sabiduría, dirección, y provisión.
Larry no hizo una oración elaborada y que le sonara santurrona a Dios. Simplemente y desde su corazón oró, "Señor, ¿puedes darnos por lo menos 1 U.S.D. de ganancia este año? Nosotros necesitamos tu ayuda". Sólo un mes después Larry y su equipo estaban asombrados cuando reconocieron la provisión de Dios. Cuando ellos hicieron el balance en los libros del mes que había cerrado, el resultado al final fue una ganancia de 21,000.00 U.S.D. Mucho más que la ganancia de 1 U.S.D. que Larry había pedido humildemente. Y se había hecho en una forma que sólo Dios podría haber logrado.
¿Cuándo fue la última vez que usted oró específicamente por las necesidades de su negocio - o su trabajo? Muy a menudo usamos la oración como un último recurso, como una alternativa cuando "todo los demás falla". Y Dios nos responde en esas ocasiones, como lo he experimentado personalmente y lo he visto en las vidas de otras personas de negocio y profesionales que conozco. Pero no tenemos que esperar hasta que las circunstancias se vuelvan horribles para orar.
En el Salmo 145:6-7 David rey de Israel proclamó sobre Dios, "Se hablará del poder de tus portentos, y yo anunciaré la grandeza de tus obras. Se proclamará la memoria de tu inmensa bondad, y se cantará con júbilo tu victoria."
En otra parte en el Antiguo Testamento de la Biblia, Dios hace una gran promesa a Sus seguidores a confiar, personal y profesionalmente: "Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes" (Jeremías 33:3). Y como si para asegurarnos que Dios no ha cambiado a través de los siglos, en el Nuevo Testamento nos dice que Él es "Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros," (Efesios 3:20).
Cuando Larry y su equipo se humillaron ese día, ellos hicieron algo simple, confiaron en la fe, no teniendo ninguna idea de la manera en que Dios contestaría sus oraciones. Larry ha estado proclamando la bondad de Dios desde entonces.
Cuando los líderes de negocios y profesionales hacen planes y desarrollan estrategias, piensan a menudo en términos de recursos - personal, equipo, entrenamiento, capital, base de clientes, líneas de crédito, etc. Pero raramente consideran el más gran recurso de todos: la bondad, fidelidad, amor, gracia y misericordia de Dios que anhela ser invitado a integrarse en lo que hacemos todos los días en el trabajo.
Como Larry y su equipo de líderes descubrieron, es un hecho que Dios está allí. Él escucha nuestras oraciones y quiere demostrar lo que Él puede hacer - a menudo cuando todos los otros recursos han sido agotados. ¿Con qué necesidades, problemas o conflictos está tratando hoy que necesiten ser presentados en oración a Dios?
(Derechos de propiedad literaria 2012, Centro de Recurso de Integridad, Inc.) Adaptado con permiso de "Momentos de Integridad con Rick Boxx," comentarios de los problemas de integridad en el trabajo desde una perspectiva cristiana. Más información sobre Momentos de Integridad en su buzón, escriba a: rboxx@IntegrityMoments.com y ponga "subscribe" en la línea de asunto o visite su website,