MANTENIENDO LA FE EN LA ADVERSIDAD
Por Rick Boxx
La práctica de la fe en el mundo pragmático y limitante mundo empresarial y profesional, donde ver es creer, es bastante difícil. Es especialmente difícil tener fe en tiempos de adversidad económica. Un reciente caso de un fraude hipotecario me recordó esta verdad.
El negocio de un agente de bienes raíces creció rápidamente al comprar viviendas a precios por debajo del mercado y rehabilitarlas, haciéndolas más atractivas para los potenciales compradores. Los dueños del negocio se permitieron endeudarse tanto como les fuera posible, pidiendo prestado grandes cantidades para adquirir la mayor cantidad de viviendas de bajo costo como el banco lo permitiese.
Sin embargo, eventualmente, se cometieron errores. El agente de bienes raíces tomó malas decisiones en algunas propiedades, los trabajos de reconstrucción se retrasaron con respecto a los demás, y la empresa compró casas mucho más rápido de lo que podría venderlas. Como resultado, un número de las propiedades permaneció mucho tiempo sin vender, consumiendo el efectivo disponibles del agente de bienes raíces.
Finalmente, los agente de bienes raíces tuvieron que tomar una decisión importante: "¿Admitimos nosotros nuestro problema y aceptamos las consecuencias, o engañamos al prestamista y usamos su dinero en los demás proyectos?" Desafortunadamente, el miedo venció a su conciencia y a su fe, llevando a la empresa al fraude y, en última instancia, a cargos criminales.
Con toda probabilidad la fe, fue violada de dos formas en este caso. En primer lugar, el agente de bienes raíces procedió de manera más agresiva de lo que el inestable mercado de bienes raíces garantizaba, incluso con el status devaluado con que adquirieron las propiedades. Lo más probable es que los agente de bienes raíces no consultaron seriamente la guía de Dios acerca de si se debe proceder cada vez que el riesgo se hizo más evidente.
Segundo, al agente de bienes raíces le faltó la fe para confiar en Dios con el resultado de estar directamente ante el banco con la carga de la deuda creciente. En cambio, los dueños de la empresa optaron por mentir y presumir que pudieran zafarse de su deuda por haber gastado de más. (¿Le suena absolutamente familiar el escenario?)
Se podría haber evitado el fraude y las consecuencias penales si se hubiera tenido en cuenta la promesa del Salmo 23:4, el cual ofrece la seguridad de que puede confiar en Dios cuando dice: "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo".
Este versículo y el salmo entero fueron escritos por un pastor cuando enfrenta la difícil tarea de guiar a sus ovejas a través de pasillos oscuros y amenazantes, donde pueden surgir animales depredadores de varios tipos. Operar un negocio de bienes raíces es muy diferente a pastorear ovejas, pero el principio sigue siendo el mismo: Los seguidores de Jesús deben confiar en su Señor en momentos de incertidumbre e incluso con peligro.
Otro pasaje, Filipenses 4:6-7, ofrece una promesa similar: "No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús."
Los propietarios de la empresa residencial no creían o no querían actuar sobre esta seguridad. Si se enfrenta a un dilema similar, tengo un consejo: Elige la fe, no el miedo.
(Derechos de propiedad literaria 2013, Centro de Recurso de Integridad, Inc.) Adaptado con permiso de "Momentos de Integridad con Rick Boxx," comentarios de los problemas de integridad en el trabajo desde una perspectiva cristiana. Más información sobre Momentos de Integridad en su buzón, escriba a: rboxx@IntegrityMoments.com y ponga "subscribe" en la línea de asunto o visite su website,
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